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AOVE Noviembre es envasada en formatos de 500, 250 y 100 ml. Cada botella de nuestro AOVE es sometida a un estricto control de calidad, verificando que se cumplen exigentes parámetros de calidad internos antes de su comercialización. Queremos rendir tributo a nuestras generaciones anteriores, manteniendo su amor y pasión por el olivar y el aceite de Jaén, tratando de inculcar esa filosofía de vida a nuestras siguientes generaciones, enseñándoles que solo hay una forma de vivir el olivar: amándolo intensamente. Noviembre, aceite de Jaén por excelencia, es nuestra forma de expresar este sentimiento.

La plantación de olivar de Finca Las Manillas es tradicional en marco de 11×11 metros, en la que cada olivo es de 3 pies. Cuenta con riego en toda su extensión, asegurando la regularidad en la producción y la calidad en cada campaña.

En Finca Las Manillas mimamos nuestros árboles en todas las fases y seleccionamos exclusivamente las mejores aceitunas para la obtención de nuestros virgen extra. En nuestros molino sólo producimos aceite de oliva de cosecha propia, en su mayoría de la variedad picual y arbequina bajo nuestras marcas Noviembre y Las Manillas, donde las operaciones realizadas para la obtención de nuestros AOVEs se acogen a los sistemas de calidad diferenciada.

Nuestra filosofía del olivar nos hace mirar hacia el futuro como una forma de vida sostenible, en la conjunción del hombre con su hábitat. Por ese motivo, en nuestra Finca apostamos por la producción integrada, utilizando métodos biológicos y químicos de control, como el uso de abonos orgánicos procedentes de residuos de poda, mantenemos las cubiertas vegetales entre los pasillos de nuestro olivar, que ayudan de forma natural a luchar contra la erosión del suelo y fomentamos la consolidación de la fauna propia del ecosistema.

En Finca Las Manillas tenemos una producción agrícola que se compatibiliza con la búsqueda de un mundo más natural, sostenible y la protección del medio ambiente.

El aceite de oliva virgen extra Noviembre procede de nuestra cosecha propia de aceituna.

La pasión por obtener el mejor aceite de oliva virgen extra  nos lleva a seleccionar olivos centenarios de nuestro olivar de sierra, a ser los más tempraneros a la hora de cosechar, aprovechando las primeras horas del alba, cuando la temperatura es más suave.

El proceso de recolección es mimado al milímetro, utilizando la técnica de vibración por ultrasonidos en el tronco y finalizando la recogida con vareo manual tradicional, consiguiendo que el olivo sufra menos daño. El fruto es recogido a vuelo impidiendo que el mismo toque nunca el suelo.

Nuestra cosecha de aceituna es molturada inmediatamente después de su recolección, logrando temperaturas más suaves, consiguiendo óptimas condiciones de almacenamiento y transporte hasta la almazara.

En la almazara, el maestro del molino pasa inspección visual óptima a las partidas de aceitunas seleccionadas para comprobar su perfecto estado y dar paso a su procesado a las partidas óptimas.

Nuestros olivos centenarios, plantados en altura, ofrecen un menor rendimiento en los días que empleamos la recolección, pero nos compensan con la producción de unos aceites de oliva virgen extra cuya calidad excepcional nos hace diferentes.

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